La producción de caña de azúcar y las tecnologías de conversión de biomasa pueden promover un modelo de actividad económica sustentable, y generador de empleo de calidad, tanto en el país como en la región. Así lo afirmó Jorge Scandaliaris, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
“La importancia de la caña de azúcar para el NOA es porque entre Tucumán, Salta y Jujuy hay unas 350.000 hectáreas plantadas y 22 ingenios que procesan unos 24,5 millones de toneladas de caña”, argumentó el especialista. Además, destacó que el potencial de la caña de azúcar, no sólo como alimento valorizado, sino también para la producción de alcohol como biocombustible para la generación de energía eléctrica, de biogas de vinaza y de papel, y el aprovechamiento de la cachaza y de otros residuos para la producción de compost de efluentes.
Scandaliaris también subrayó la necesidad de revalorizar los productos que derivan de la industria azucarera. Además, afirmó que es necesario recuperar mercado, continuar generando condiciones de mayor sustentabilidad y menor impacto ambiental y seguir mejorando la productividad del cañaveral con innovaciones tecnológicas para que sea más competitivo.
En el módulo sobre “Caña de azúcar”, en marco del Simposio de Bioeconomía del NOA, se desarrollaron temas como la cadena del bioetanol en Brasil, el manejo de la caña verde y las medidas regionales para que la producción de caña sea más sustentable. En cuanto a la transformación de biomasa, se abordaron cuestiones relacionadas con el ciclo de vida y el uso de geotecnologías en el cultivo.
En este sentido, se destacó la disertación de Patricia Garolera de Nucci (Eeaoc) y de Andrea NishiharaHun (UNT), quienes expusieron sobre “Análisis de ciclo de vida del bioetanol de caña”.
Las investigadoras plantearon que los científicos han desarrollado una herramienta conocida como “análisis de ciclo de vida”. Se trata de una metodología aplicada en el mundo y muy nueva en la Argentina, que permite evaluar las cargas ambientales asociadas a un producto, a un proceso o a una actividad. Incluye el ciclo de vida completo, desde la extracción de materias primas (cuna) hasta la disposición final de sus residuos (tumba).
Debido al agotamiento de los recursos energéticos fósiles y el impacto ambiental asociado, surge la necesidad de sustituir éstos por biocombustibles, una alternativa importante en la transición hacia una economía baja en carbono. Por ser la producción de bioetanol de caña de azúcar una de las actividades productivas más importantes de Tucumán y del NOA, la aplicación del análisis de ciclo de vida interesa para evaluar el impacto ambiental de la actividad.
A partir de esto, se obtuvo el perfil ambiental del bioetanol tucumano, permitiendo identificar las etapas críticas. Los impactos se deben a la aplicación de agroquímicos, al uso de diesel en máquinas agrícolas y a las emisiones de partículas de la combustión en calderas. Desde el punto de vista del cambio climático, predomina un impacto ambiental “positivo” debido a la absorción de dióxido de carbono durante el crecimiento de la caña. De los estudios se pudo concluir que, en términos de agotamiento de combustibles fósiles y emisiones de GEI, el uso de mezclas etanol/nafta en motores Otto son mejores opciones que la nafta.